Reflexionar


Reflexionar es observar nuestros pensamientos, jugar con ellos, relativizarlos, ponerlos a dialogar. Dejar de lado las certezas, permitir la duda y la pregunta para sorprendernos con la invención de nuevas respuestas. También implica dar lugar a los afectos que acompañan lo pensado. De este modo, se hace posible la elaboración y la integración de lo movilizado dentro de nosotros.


Reflexionar es darle lugar a un saber diferente del científico, que no implica la obtención de información como tampoco es algo que pueda responderse desdeGoogle. Son saberes que comprenden significaciones singulares y colectivas, representaciones cargadas de sentidos históricos y que cada uno de nosotros portamos a veces sin saberlo. Recuperar el saber es redirigir la pregunta hacia uno mismo y hacerla circular con otros.


Cuando la reflexión acontece en un espacio grupal con otros que comparten vivencialmente el mismo momento, se hace posible la revisión de clichés culturales y es mediante la deconstrucción de estos estereotipos que se habilita la creación de nuevos sentidos. Se trata de multiplicar las voces que provienen de la historia y la experiencia personal sin pretender homogeneizar el decir de cada uno.


El embarazo de una mujer se inscribe dentro de las coordenadas de una situación de cambio vital. El cambio significa desestructurarse, implica una pérdida así como nuevas adquisiciones. Cambian las relaciones con los otros y también con nuestro mundo interno. Es decir, que toda mujer embarazada se ve enfrentada al trabajo de asumir una nueva identidad.


Es nuestro deseo que cada mujer pueda hallar su propia manera de gestar, de parir y de maternar. Para ello estamos dispuestas a acompañarlas. Estan invitadas.